Haití
¡Apoyar y defender al pueblo haitiano! ¡No al uso de la fuerza militar!
Respuesta militar masiva hacia Haití
La causa de la pobreza en Haití es el imperialismo de EUA
Los desastres en Haití y Nueva Orleáns tienen raíces sistémicas
La lección de Haití


 

¡Apoyar y defender al pueblo haitiano!

¡No al uso de la fuerza militar!

Nuestros corazones y nuestro apoyo para el pueblo de Haití y a la diáspora en EUA y en el mundo entero por las perdidas de vidas y la destrucción causada por el terremoto que golpeó al país el doce de enero. En todas partes la gente esta profundamente entristecida por la honorífica situación, en la que se estima que tres millones de personas no tienen techo y muchos no disponen de alimentos y en algunos casos ni agua tienen

En todo Estados Unidos la gente se organiza colectivamente y se esfuerzan para poner y recursos para apoyar a los haitianos. Muchos equipos médicos de los departamentos de bomberos se han presentado como voluntarios para ir a Haití y proporcionar el tan necesitado apoyo medico. Pero, igual que como ocurrió con el desastre del huracán Katrina, organizado por el gobierno en Nuevo Orleans, para frenarlos se les ha pedido que se esperen.

Existe una gran preocupación ya que la ayuda requerida no se ha enviado. Los EUA, un país muy cercano y rico esta en posición de ayudar rápidamente. Los reportes de los activistas haitianos, sobre el terreno han enfatizado que el apoyo más urgente ahora son los equipos médicos, equipo pesado y especialistas para limpiar las carreteras y las ruinas, helicópteros y pequeños botes para trasladar a la gente y el abasto, y donde refugiarse para millones que no tienen techo. Los EUA tiene la capacidad de proveer rápidamente equipo y transporte y establecer nuevas ciudades en pocos días, como lo hace durante sus ocupaciones militares. ¡¿Por qué no lo hace para dar techo y hospitales de campo?! En vez de esto los helicópteros y barcos costeros se están utilizando principalmente para transportar tropas armadas.

Nosotros rechazamos enérgicamente la respuesta militar y demandamos que todos los esfuerzos sean dedicados a la emergencia y al auxilio medico. Nosotros denunciamos las acciones de EUA que han bloqueado o retrasado la ayuda y los aviones civiles, impidiendo que aterricen en el aeropuerto, controlado por EUA, y dándoles prioridad a las tropas. El Aerotransporte 82 trasladó las primeras tropas al suelo en Haití. El 82 también fueron los primeros que llegaron a Nueva Orleans. Nadie ha olvidado que esas tropas en Nueva Orleans fueron mandadas para “tirar a matar” y que mataron a sobrevivientes del Katrina, en nombre de “reestablecer el orden” y parar el “saqueo.” Voz de la Revolución rechaza la respuesta de EUA usando la fuerza militar e imponiendo una ocupación más en nombre de la “seguridad”. También rechazamos el chovinismo de las fuerzas militares a cargo de la operación, que han impedido que rescatistas y fuerzas medicas en Puerto Príncipe, con el pretexto de que tienen que “asegurar” primero el área. El chovinismo de EUA que declara que las vidas de los trabajadores rescatistas tienen más valor que la vida de los haitianos esta podrido hasta el tuétano. Los mismos trabajadores rescatistas reclaman ir porque están preparados y entrenados para enfrentar las condiciones de emergencia y saben muy bien que cada minuto cuenta.

Todos los signos muestran que las tropas de EUA van a ser usadas contra el pueblo y para asegurar después los intereses de los monopolios. Los titulares del 13 de enero enfatizaron la “respuesta militar masiva”. Luego sigue, casi de inmediato las noticias acerca de la “ayuda que se envía”. Y ahora enfatizan en el “caos” y las amenazas de “saqueo”, supuestamente para bloquear la entrega de la ayuda.

Las acciones de EUA demuestran, como lo hicieron en Nueva Orleans, que el objetivo no es el de proporcionar ayuda sino la ocupación militar. Es urgente que todos quienes nos preocupamos por Haití nos manifestemos firmemente contra el uso de la fuerza militar en contra de los haitianos. Todas las fuerzas militares de EUA deberán ser desarmadas y darle prioridad a los esfuerzos de alivio. Y las tropas de EUA deben salir lo más rápido posible.

¡Apoyo al pueblo de Haití!

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Respuesta militar masiva hacia Haití

Los EUA están organizando una respuesta militar masiva frente a la situación de Haití. En vez de apoyar las necesidades de médicos, equipo pesado y transporte del pueblo haitiano lo más rápidamente posible, EUA está enfatizando en el envío de tropas. Lo que están enviando es los barcos de la armada naval, helicópteros, aviones de transporte y por lo menos 5,500 soldados. Uno de los barcos anfibios más grande ha sido enviado a Haití con 2 000 miembros de la unidad expedicionario de marines de acuerdo al general Douglas Fraser jefe del Comando Sur. Fraser dijo que otras unidades militares están en alerta, incluyendo una brigada que incluye 3 500 soldados. Agrego que el Pentágono esta considerando “seriamente” mandar otros miles de marines adicionales a los 5 500 soldados. Las tropas no son personal especializado, como es el personal medico, que es lo que se necesita mas. En vez de esto Fraser agregó, ellos se encargaran principalmente de “reforzar la ley y el orden” Los primeros en llegar son el Aerotransporte 82, conocido por su represión en Nueva Orleans.

El general dijo que la aerotrasportadora de EUA, el USS Carl Vinson iba a llegar el 15 de enero. La USS Bataan , transportando marines de la Unidad Expedicionaria de Marina 22, USS Fort McHenry y USS Carter Hall había recibido ordenes de dirigirse para allá, así como otros navíos que tienen ordenes de estar preparados. La USS Higgins de la Estación Naval de San Diego fue enviada para dar servicios logísticos a los helicópteros de la guardia costera. En cambio el barco hospital de la marina no va a llegar hasta dentro de una semana.

Fraser que tiene su base en el Comando Sur en Miami, también mando un equipo de 30 personas a Haití para “asistir” en la situación sobre el terreno y determinar que ayuda necesitan las otras fuerzas militares. Funcionarios dijeron que dos aviones C-130 partieron para Haití el 13 de enero con un equipo de ingenieros militares, planificadores operacionales, especialistas en comunicaciones y un comando y grupo de control. La fuerza aérea esta enviando personal para controlar el tráfico aéreo y las operaciones en el aeropuerto de Puerto Príncipe.

Con la toma de control del aeropuerto se les ha dado a los militares, mientras que una serie de aviones civiles de apoyo se les ha impedido aterrizar, o demorado el vuelo o mandarlos a otra ruta a la República Dominicana, retrasando el abasto hasta 24 horas.

Solo unos pocos, alrededor de 300 civiles de EUA que van a realizar trabajo de ayuda han podido llegar a Haití.

En la situación presente, los haitianos necesitan ayuda inmediata e incondicional para rescatar sobrevivientes atrapados, dar asistencia médica y asegurar que no se provoquen epidemias o enfermedades. Una respuesta militar masiva deja claro que la ocupación del país con tropas no sirve a ese propósito.

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La causa de la pobreza en Haití
es el imperialismo de EUA

El hecho es que la gravedad de las condiciones en Haití no es solamente el resultado del terremoto, sino también el de la larga historia de ocupación y represión de EUA. Obama y la Secretaria de Estado Hillary Clinton, ambos han tratado de esconder ésta realidad, diciendo que la situación es “incomprensible”, y que la “tragedia bíblica continua persiguiendo a Haití” El imperialismo norteamericano ha garantizado que Haití permanezca como uno de los países más pobres del mundo. Desde los días en que los esclavos se levantaron y eliminaron la esclavitud – cuando la esclavitud seguía existiendo en EUA – el imperialismo nunca ha perdonado al pueblo haitiano. Ellos impusieron a los desalmados dictadores, como los Duvaliers. Recientemente EUA estuvo detrás del golpe en Haití en 2004 que derrocó al Presidente Jean-Bertrand Aristide, democráticamente electo, y los marines de EUA apuntándole a la cabeza lo obligaron a subir a un avión fuera del país. Aristide, y muchos haitianos, hoy están demandando su derecho a regresar. EUA se los impide.

Las instituciones financieras dominadas por EUA, como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), han estado interfiriendo, imponiendo programas que destrozaron la agricultura haitiana y forzado a miles de campesinos a abandonar sus tierras e irse a las ciudades. EUA y Francia, el colonizador antes de EUA, ambos se han rehusado a pagar reparaciones por los crímenes y la devastación que ambos han causado en Haití. No es un “acto de Dios” el que trajo la devastación, sino el imperialismo y su explotación y esclavismo. Y las condiciones de abandono y ausencia de infraestructura civil que ahora sale a la luz, luego de décadas de la llamada “ayuda” y del dictado de EUA revela que el imperialismo es insostenible y una fuente de pobreza en Haití.

También es preocupante que mientras el Presidente Obama habló de poder militar también afirmó que la responsabilidad de EUA recríe “de lo más importante, la compasión de la nación”. Hay pocas dudas de la profunda compasión que se sintió en todo el país y la fuerte urgencia que siente al pueblo de ayudar al pueblo de Haití. Al jugar con esos sentimientos de solidaridad, la caridad de la gente va a sustituir al gobierno en términos de abastecer las necesidades demandadas en el nivel y la cantidad necesarias. Y también va a desenganchar al gobierno y le va a ayudar a promover la concepción de que la sociedad, representada por el gobierno, no es responsable de satisfacer las necesidades de los más vulnerables, sino que esto es el rol de los individuos. Nosotros demandamos que la asistencia debe provenir en primer lugar y antes que nada de parte del gobierno.

También, EUA tiene una larga historia de usar la caridad privada, las organizaciones no gubernamentales como la Cruz Roja para interferir en otros países y financiar actividades en contra de los intereses del pueblo. Los sobrevivientes de Katrina y los voluntarios locales de la Cruz Roja saben bien la traición de los altos funcionarios y que las donaciones para los sobrevivientes de Katrina no les llegaron.

Es vital permanecer vigilantes frente a la llamada “ayuda humanitaria” que sirve para justificar una mayor militarización de Haití y de la región. Los EUA planean mandar varios submarinos al área y 5,500 soldados. Obama enfatizó que EUA va a permanecer en Haití por “largo tiempo”. Dada la ubicación de Haití cerca de Cuba y Venezuela, los submarinos preocupan a todos los pueblos de la región. Esto no es ayuda. Es un crimen contra la paz y la preparación de más agresiones.

Los haitianos no necesitan ser reocupados y colonizados. No necesitan mas soldados ayudando a proteger a los ricos y reprimir al pueblo. Y ciertamente no necesitan ser etiquetados como “saqueadores” en su propio país, mientras que los que de hecho han saqueado y expoliado al país durante décadas, EUA en primer lugar, son presentados como salvadores.

El pueblo de Haití es conocido en todo el mundo, como el primero que eliminó el esclavismo. En 1804 ellos establecieron Haití como la primera nación en cuya Constitución se consagraron los derechos sobre bases modernas, que estos pertenecen a la gente por el hecho de ser humanos. Ellos abolieron la esclavitud en tiempos en que el esclavismo seguía rampante en EUA y por esa victoria los poderosos de EUA nunca han perdonado a los haitianos. Ellos han desatado una feroz represión y mantenido al país empobrecido como pago por el ejemplo que dieron los haitianos a los pueblos de todo el mundo. Y como medio para continuar explotando la tierra y el trabajo de los haitianos y de Haití. Consecuentemente, durante doscientos años, en vez de permitir que los haitianos decidan su propio rumbo como una nación independiente y humanizar su medio ambiente natural y social, ellos han sido saboteados de varias formas, siendo intervenidos política, económica y militarmente por parte de potencias extranjeras con los EUA a la cabeza.

El pueblo de Haití ha mostrado muchas veces su voluntad y determinación para marchar con intrepidez a pesar de la brutal represión. Este es el espíritu que no ha quebrado el terremoto que EUA trata otra vez de destruir usando la bandera de la “ayuda humanitaria”. ¡Nosotros decimos NO!

¡No al uso de fuerzas militares para preparar la ocupación de Haití!

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Los desastres en Haití y Nueva Orleáns
tienen raíces sistémicas

La crisis en Haití es sistémica desde sus raíces.

Los desastres son actos de la naturaleza. Pero como vimos en Nueva Orleáns, los sistemas de pobreza y explotación interactúan y se entrecruzan con los eventos naturales para crear una pérdida masiva de vidas. Esta es la razón de que los mismos huracanes golpean Cuba y Haití, y mientras que cientos mueren en Haití, casi nadie muere en Cuba. Siendo Cuba una nación muy pobre, sufriendo por décadas de guerra económica por parte de EUA, tiene una mejor tasa de sobre vivencia en huracanes que Florida o el resto de EUA. Cuando el huracán George golpeó Haití, la República Dominicana y Cuba, 100 murieron en Haití, 200 en República Dominicana, y seis en Cuba.

En Nueva Orleáns, hemos visto que de las decenas de miles de millones de dólares en ayuda que se desplegaron durante los años desde el Katrina, solo una pequeña fracción de ella llegó efectivamente hasta las personas que realmente lo necesitan más. Más de 60,000 viviendas – una tercera parte de la ciudad – siguen vacías o abandonadas. Por lo menos 12,000 personas de nuestra ciudad, cerca del cinco por ciento de la población – enfrentaron las recientes semanas de helado invierno sin un techo que cobra su cabeza.

En Haití, la minería y otras explotaciones corporativa hicieron de la tierra un lugar de lo más inseguro. Doscientos años de imponerles pagos usureros de la deuda por parte de Francia, EUA y otros poderes coloniales dejaron al país sin recursos financieros. La ocupación militar y los golpes de estado, coordinados y financiados por EUA han devastado la infraestructura gubernamental.

Por favor recordemos el rol de EUA en ésta tragedia. Como el exilio forzoso del presidente electo democráticamente exiliado a Sud Afrecha sin pasaporte, recordemos que fueron las fuerzas armadas de EUA quienes intervinieron y lo derrocaron del poder. Como el congresista de EUA Rangel le dijo a CNN en ese tiempo, “El fue secuestrado (por soldados de EUA). El y su esposa no tenían idea de a donde los llevaban. Él temía por su vida.”

La escritora y periodista Naomi Klein reportó que no habían pasado 24 horas del terremoto, cuando el “think tank” de derecha, la influyente Fundación Heritage ya estaba buscando como usar el desastre para intentar la ulterior privatización de la economía de Haití.

El poeta haitiano y abogado de derechos humanos Ezili Dantò ha escrito “La pobreza de Haití comenzó con el embargo comercial de EUA y Europa después de la independencia, continuó con la deuda por la independencia que Francia le obligó a pagar y por el colonialismo financiero y eclesiástico. Más aún, en tiempos recientes, EUA ha usado la ayuda extranjera, administrada a través de USAID en Haití, para encender conflictos y encubiertamente promover los intereses corporativos en detrimento de la democracia y de la salud de Haití, su libertad, soberanía, justicia social y libertades políticas. Los proyectos de USAID han estado a la vanguardia de la labor de orquestar conductas antidemocráticas, promoviendo el subdesarrollo, golpes de estado, impunidad para la oligarquía haitiana, encarcelamientos indefinidos de disidentes, y la destrucción de la soberanía alimentaría de Haití y promoviendo la hambruna.

Hay que recordar que no toda ayuda es equitativa. Tracy Kidder, de la organización con sede en Haití “Socios en la salud” lo dijo bien. “Hay 10,000 organizaciones de ayuda en Haití, y de todas formas Haití sigue siendo uno de los países más pobres del mundo – algo está equivocado con la forma de hacer las cosas, la forma en que la ayuda está siendo administrada.” Grandes organizaciones como la Cruz Roja gastan la mayor parte de su presupuesto en pagar los salarios de gente que no son de Haití, y muy poco les llega a la gente que mas lo necesita. Y porque su misión se enfoca solo en emergencias, ellos no harán nada para incidir en los problemas sistemáticos que causan la perdida masiva de vidas.

La otra lección de Nueva Orleáns es ésta: Haití va a seguir en crisis mucho tiempo después de que se vayan las cámaras. Es importante que nosotros permanezcamos como amigos comprometidos por Haití.

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La lección de Haití

Desde hace dos días, casi a las 6 de la tarde, hora de Cuba, ya de noche en Haití por su ubicación geográfica, las emisoras de televisión comenzaron a divulgar noticias de que un violento terremoto, con magnitud de 7,3 en la escala Richter, había golpeado severamente a Puerto Príncipe. El fenómeno sísmico se había originado en una falla tectónica ubicada en el mar, a sólo 15 kilómetros de la capital haitiana, una ciudad donde el 80% de la población habita casas endebles construidas con adobe y barro.

Las noticias continuaron casi sin interrupción durante horas. No había imágenes, pero se afirmaba que muchos edificios públicos, hospitales, escuelas e instalaciones de construcción más sólida se reportaban colapsadas. He leído que un terremoto de magnitud 7,3 equivale a la energía liberada por una explosión igual a 400 mil toneladas de TNT. Descripciones trágicas eran transmitidas. Los heridos en las calles reclamaban a gritos auxilios médicos, rodeados de ruinas con familias sepultadas. Nadie, sin embargo, había podido transmitir imagen alguna durante muchas horas.

La noticia nos tomó a todos por sorpresa. Muchos escuchábamos con frecuencia informaciones sobre huracanes y grandes inundaciones en Haití, pero ignorábamos que el vecino país corría riesgo de un gran terremoto. Salió a relucir esta vez que hace 200 años se había producido un gran sismo en esa ciudad, que seguramente tendría unos pocos miles de habitantes.

A las 12 de la noche no se mencionaba todavía una cifra aproximada de víctimas. Altos jefes de Naciones Unidas y varios Jefes de Gobierno hablaban de los conmovedores sucesos y anunciaban el envío de brigadas de socorro. Como hay desplegadas allí tropas de la MINUSTAH, fuerzas de Naciones Unidas de diversos países, algunos ministros de defensa hablaban de posibles bajas entre su personal.

Fue realmente en la mañana de ayer miércoles cuando comenzaron a llegar tristes noticias sobre enormes bajas humanas en la población, e incluso instituciones como Naciones Unidas mencionaban que algunas de sus edificaciones en ese país habían colapsado, una palabra que no dice nada de por sí o podía significar mucho.

Durante horas ininterrumpidas continuaron llegando noticias cada vez más traumáticas de la situación en ese hermano país. Se discutían cifras de víctimas mortales que fluctúan, según versiones, entre 30 mil y 100 mil. Las imágenes son desoladoras; es evidente que el desastroso acontecimiento ha recibido amplia divulgación mundial, y muchos gobiernos, sinceramente conmovidos, realizan esfuerzos por cooperar en la medida de sus recursos.

La tragedia conmueve de buena fe a gran número de personas, en especial las de carácter natural. Pero tal vez muy pocos se detienen a pensar por qué Haití es un país tan pobre. ¿Por qué su población depende casi en un 50 por ciento de las remesas familiares que se reciben del exterior? ¿Por qué no analizar también las realidades que conducen a la situación actual de Haití y sus enormes sufrimientos?

Lo más curioso de esta historia es que nadie pronuncia una palabra para recordar que Haití fue el primer país en que 400 mil africanos esclavizados y traficados por los europeos se sublevaron contra 30 mil dueños blancos de plantaciones de caña y café, llevando a cabo la primera gran revolución social en nuestro hemisferio. Páginas de insuperable gloria se escribieron allí. El más eminente general de Napoleón fue derrotado. Haití es producto neto del colonialismo y el imperialismo, de más de un siglo de empleo de sus recursos humanos en los trabajos más duros, de las intervenciones militares y la extracción de sus riquezas.

Este olvido histórico no sería tan grave como el hecho real de que Haití constituye una vergüenza de nuestra época, en un mundo donde prevalece la explotación y el saqueo de la inmensa mayoría de los habitantes del planeta.

Miles de millones de personas en América Latina, África y Asia sufren de carencias similares, aunque tal vez no todas en una proporción tan alta como Haití. Situaciones como la de ese país no debieran existir en ningún lugar de la Tierra, donde abundan decenas de miles de ciudades y poblados en condiciones similares y a veces peores, en virtud de un orden económico y político internacional injusto impuesto al mundo. A la población mundial no la amenazan únicamente catástrofes naturales como la de Haití, que es sólo una pálida sombra de lo que puede ocurrir en el planeta con el cambio climático, que fue realmente objeto de burla, escarnio y engaño en Copenhague.

Es justo expresar a todos los países e instituciones que han perdido algunos ciudadanos o miembros con motivo de la catástrofe natural en Haití: no dudamos que realizarán en este instante el mayor esfuerzo por salvar vidas humanas y aliviar el dolor de ese sufrido pueblo. No podemos culparlos del fenómeno natural que ha tenido lugar allí, aunque estemos en desacuerdo con la política seguida con Haití. No puedo dejar de expresar la opinión de que es hora ya de buscar soluciones reales y verdaderas para ese hermano pueblo.

En el campo de la salud y otras áreas, Cuba, a pesar de ser un país pobre y bloqueado, desde hace años viene cooperando con el pueblo haitiano. Alrededor de 400 médicos y especialistas de la salud prestan cooperación gratuita al pueblo haitiano. En 227 de las 337 comunas del país laboran todos los días nuestros médicos. Por otro lado, no menos de 400 jóvenes haitianos se han formado como médicos en nuestra Patria. Trabajarán ahora con el refuerzo que viajó ayer para salvar vidas en esta crítica situación. Pueden movilizarse, por lo tanto, sin especial esfuerzo, hasta mil médicos y especialistas de la salud que ya están casi todos allí y dispuestos a cooperar con cualquier otro Estado que desee salvar vidas haitianas y rehabilitar heridos.

Otro elevado número de jóvenes haitianos cursan esos estudios de medicina en Cuba. También cooperamos con el pueblo haitiano en otras esferas que están a nuestro alcance. No habrá, sin embargo, ninguna otra forma de cooperación digna de calificarse así, que la de luchar en el campo de las ideas y la acción política para poner fin a la tragedia sin límite que sufren un gran número de naciones como Haití.

La jefa de nuestra brigada médica informó: “la situación es difícil, pero hemos comenzado ya a salvar vidas”. Lo hizo a través de un escueto mensaje horas después de su llegada ayer a Puerto Príncipe con refuerzos médicos adicionales.

Tarde en la noche comunicó que los médicos cubanos y los haitianos graduados de la ELAM se estaban desplegando en el país. Habían atendido ya en Puerto Príncipe más de mil pacientes, poniendo a funcionar con urgencia un hospital que no había colapsado y utilizando casas de campaña donde era necesario. Se preparaban para instalar rápidamente otros centros de atención urgente.

¡Sentimos un sano orgullo por la cooperación que, en estos instantes trágicos, los médicos cubanos y los jóvenes médicos haitianos formados en Cuba están prestando a sus hermanos de Haití!

Fidel Castro Ruz
Enero 14 de 2010

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