Sobre el Significado de las Elecciones en los Estados Unidos
Es necesario hacer frente al Poder Policial del Gobierno mediante la construcción de lo nuevo


Es necesario hacer frente al Poder Policial del Gobierno mediante la construcción de lo nuevo

La siguiente ponencia fue presentada por Kathleen Chandler, de la Organización Marxista-Leninista de Estados Unidos, en la reunión sobre la importancia de los resultados electorales estadounidenses para la clase trabajadora, organizada por el Partido Comunista de Canadá (Marxista-Leninista) en Hamilton, Ontario el 10 de diciembre , 2016.

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Al analizar los resultados de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, vemos que el problema más importante que se debe abordar, es el que los círculos dominantes de Estados Unidos, han recurrido a poder de la policía como forma de gobierno. Esto se ha venido desarrollando desde hace algún tiempo, especialmente desde la administración de Bill Clinton, con Bush y Obama también se ha ido avanzando en esa misma dirección. Claramente hay una disputa muy seria dentro del campo de los gobernantes en Estados Unidos y las elecciones no sirvieron para resolver las diferencias que hay entre ellos, como se supone que debía haber sucedido con las elecciones. Sin embargo, Donald Trump ha sido elegido para acrecentar el poder de la policía, sistematizarlo y aplicarlo abiertamente sin restricciones, de manera descarada y con total impunidad.

Las elecciones también muestran que ya está acabado el Estado de Derecho con sus antiguas disposiciones, con sus partidos políticos en funcionamiento y los procesos políticos que antes se practicaban. Los gobiernos imperialistas y el monopolio de los medios han hecho un gran esfuerzo para que todos se centren y reaccionen a cada tweet y cada comentario hecho por Trump. Esto es para que solamente se vea que se trata de un problema de malas noticias sobre Trump, se hace para privar a la población de tener una perspectiva diferente, que les pudiera llevar a concluir que son ellos quienes deben dar luz a lo nuevo. No pueden depender de uno u otro campo dentro de la clase imperialista dominante para resolver los problemas que enfrentan.

El hecho de que hoy los pueblos de Estados Unidos y del mundo, estén enganchados con un gobierno estadounidense que tiene un amplio e irrestricto poder policial, demuestra que las viejas formas surgidas en los siglos XVIII, XIX y XX, ya no funcionan para dar legitimidad a los gobiernos. Ya no sirven para que la gente se someta a leyes elitistas. Hoy se percibe que la ley es sólo un instrumento para hacer más ricos a los ricos y más pobres a los pobres, mientras que ya está en ruinas el tan famoso sueño americano. Al mismo tiempo, se lanzan agresiones injustificadas en contra de los países que se niegan a someterse a los dictados de Estados Unidos. Ahora, como resultado, los poderes policiales son presentados como si fuera un Estado de Derecho. En la noche de las elecciones, vimos que las facciones contendientes llamaron inmediatamente a una transición pacífica del poder, haciendo un llamado a la democracia de Estados Unidos.

La situación da lugar a graves peligros para los pueblos tanto en el país como en el extranjero. Hoy tenemos que ser proactivos y tener nuestro propio programa; un programa que dé lugar a nuevas formas y que dé nacimiento a lo nuevo. En la medida en que sepamos responder a todas las agresiones en contra del pueblo, si somos proactivos, el movimiento de resistencia tendrá grandes avances. La discusión política y el análisis acerca de la importancia de los resultados electorales estadounidenses, es el punto de partida para crear un movimiento político que esté a favor del pueblo.

Los gobernantes tienen que resolver el problema de cómo administrar un gobierno desde su poder policial, y al mismo tiempo mantener en jaque a la población, así como preservar la unión. Trump es visto por los gobernantes como un negociador que puede poner y mantener a Estados Unidos en ese juego en el que todo el mundo está amenazando a todos los demás. Por un lado, hará pactos, probablemente a puerta cerrada y haciendo uso de sus poderes ejecutivos. Por otro lado, hará uso pleno de los poderes de la policía de Estados Unidos sin preocuparse por la legitimidad, tanto en el país como en el extranjero. En su desesperación, así es como la facción de la clase dominante, defendida por Trump, piensa que puede avanzar.

Los poderes ejecutivos del presidente incluyen atribuciones y poder para regular asuntos importantes como el de la inmigración; la aplicación de las leyes ambientales o el renunciar a ellas; reglamentar el comercio en la frontera para favorecer la anexión a Estados Unidos, como ya lo está experimentando Canadá; la expansión del uso de los drones en las guerras, la tortura, las fuerzas especiales, la criminalización de los que resisten en el país y en el extranjero; y más. El poder de la policía es algo que se va a aplicar y se llevará a cabo internacionalmente, en donde potencialmente Trump pueda llegar a acuerdos directamente con las fuerzas militares o con los líderes individuales, pasando por alto los legítimos canales gubernamentales. La relación deberá ser directa con el presidente y los acuerdos que proponga serán una oferta que no podrá ser rechazada, porque siempre, la amenaza de usar armas nucleares estará sobre la mesa.

Es notable que al nombrar al gobernador de Carolina del Sur Haley, como embajador de la ONU, Trump dijo específicamente que era “un negociador a toda prueba”. Desde su experiencia como gobernador, está haciendo ofertas para traer a Carolina del Sur a los monopolios, incluyendo a los extranjeros, pagándoles millones, aplazando el pago de sus impuestos, etc. El reciente acuerdo de Trump con Carrier es un ejemplo más de lo que sucederá a futuro. Hizo un acuerdo secreto con el Director General Ejecutivo y el sindicato se quedó sin poder decir nada. El estado de Indiana, donde el Vicepresidente electo Pence, puede entregar los fondos, acordó pagar $7 millones de dólares al monopolio. Entonces, cuando Chuck Jones, presidente del sindicato, dejó en claro que los hechos reales sobre el número de puestos de trabajo eran 800 y no los 1,100 que Trump estaba promoviendo, luego Trump lo atacó personalmente, hasta ahora sólo en Twitter. Pero uno se puede dar cuenta que esto y más podría ocurrir en condiciones en las que los trabajadores rechazaran un acuerdo, tanto en un gobierno estatal como en un gobierno extranjero. La razón de los ataques personales es incitar apasionamientos y reducir a cero el nivel de discusión política, para que la gente no pueda unirse en un movimiento político para su empoderamiento y por la defensa de la paz y sus derechos.

El mantra de empleo, empleo y empleo, ha sido utilizado ampliamente en Estados Unidos para dar a los monopolios más de $80mil millones de dólares anuales de fondos públicos estatales. Al menos tres cuartes partes de los subsidios estatales y municipales no van a las empresas locales, sino a los monopolios como Boeing, Intel, GM, Nike y Dow Chemical. Operaciones extranjeras como Royal Dutch Shell y Nissan también barren grandes cantidades. Algunos de estos son “Mega-negocios”, como los $5.6mil millones de dólares que el Estado de Nueva York le dio a Alcoa, o los casi $9mil millones de dólares que el monopolio de guerra Boeing, le extrajo al Estado de Washington. Estos paquetes colosales llevan consigo un costo promedio por desempeño de trabajo, de casi $500,000. Y la mayor parte del tiempo, mientras que se entregan los fondos, los puestos de trabajo que prometen, nunca se materializan. Ahora Trump está bien posicionado para optimizar y aumentar tales ofertas y acuerdos, poniendo abiertamente detrás de ellos, el peso de la Presidencia.

Mientras que Trump habla de empleos, Carrier acuerda servir a los oligopolios y es muy probable que incluya promesas de futuros contratos para proyectos de infraestructura gubernamental, por ejemplo, contratos de defensa u otros similares. Durante su campaña, Trump hizo énfasis en que tratará al gobierno como un negocio, lo que es otra manera de decir que las necesidades de la población y los servicios sociales no son una preocupación para su gobierno. En su discurso de victoria dijo: “He pasado toda mi vida en los negocios, mirando el potencial económico inexplorado en proyectos y en personas de todo el mundo” y “eso es lo que ahora quiero hacer para nuestro país”.

El negocio se ejecuta sobre la base de los resultados finales, el llamado “bottom line” o ganancia neta, que significa tratar a los seres humanos como cosas, incluso como productos que pueden ser desechados. Los trabajadores metalúrgicos ya están muy familiarizados con ser tratados como cosas, pierden permanentemente sus empleos y sus pensiones y han sido destruidas sus comunidades enteras. La elección de Wilbur Ross como Secretario de Comercio, trae a la mente que Wilbur Ross fue quien hizo miles de millones en Estados Unidos, comprando empresas de acero que estaban en bancarrota y eliminaba todos los beneficios para los 190,000 trabajadores del acero jubilados, antes de volver a empaquetar y vender las plantas. La responsabilidad y la satisfacción de las necesidades de la sociedad, no están entre las principales preocupaciones de un gobierno con poder policial.

Al hacer un análisis de estos acontecimientos, es importante reconocer que por su propia naturaleza, los poderes policiales son arbitrarios y se aplican sobre la base de una enorme impunidad. No se trata simplemente de que actúe la policía y los diversos tipos de fuerzas militares, sino más bien, son un medio del gobierno en una situación en la que los gobernantes al no tener soluciones, se ven obligados a bloquear la lucha del pueblo por modernizar y acrecentar la democracia. Desde sus orígenes, el Estado ha tenido dos aspectos que lo convierten en una sola potencia unitaria. Uno es el Estado de Derecho, el gobernar con las leyes, incluyendo la Constitución, los tratados, las leyes, tribunales, etc. El otro es el poder de la policía. Lo que estamos viendo ahora es la eliminación del Estado de Derecho, con Trump haciéndolo de una manera muy descarada y con mayor impunidad que los anteriores presidentes.

También es cierto que si bien, un Estado de Derecho debe tener al menos la apariencia de legitimidad y preocupación por las necesidades sociales, un gobierno de poderes policiales no lo hace. Su objetivo es castigar a todos los disidentes con el fin de preservar el Estado.

La legitimidad del gobierno tampoco es una preocupación principal. Los poderes de la policía son criminalizar, destruir incluso a naciones enteras y a los poderes productivos humanos que abarcan. Eso es lo que sucedió con Libia, es lo que está sucediendo con Irak y con Siria. Las elecciones también demostraron que dentro del país, los gobernantes incluso ya no se preocupan por mantener la apariencia de un proceso político funcional, con partidos políticos en funcionamiento como parte de la legitimidad. Trump es la encarnación de esta realidad.

Este problema de la legitimidad es muy importante cuando estamos analizando nuestras tácticas de resistencia y de avance en nuestro propio programa de lucha política por el empoderamiento del pueblo, en el camino por la defensa de los derechos de todos. Un gobierno que se preocupe por la legitimidad, “escucha” a la población y defiende la Constitución, la libertad de expresión y de reunión, así como el derecho a la vida y a la libertad. Un gobierno de poder policial no tiene esa preocupación. Actúa para criminalizar la protesta y para dejar claro que, ya sea como individuos o como colectivos, deben hacer lo que se les dice o enfrentar la ira de los poderes de la policía. La lucha actual en Standing Rock es un ejemplo tanto de esta ira del gobierno, como de la construcción de la resistencia. Y está siendo realizado por la administración de Obama, no la de Trump.

Standing Rock

A pesar de los reclamos reiterados del gobierno federal y de los medios de comunicación de que los Protectores del Agua de Standing Rock están en tierras federales, el hecho es que los propios mapas de Estados Unidos muestran que es Tierra propiedad de los Sioux. También es el caso de que el gobierno está obligado a hacer un Estudio de Impacto Ambiental, el cual se han negado a hacer el Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Hay muchas otras leyes, tratados y obligaciones que están siendo rotos, esto se está haciendo abiertamente y en varias ocasiones. Ha sido el gobierno federal el que envió una carta a las fuerzas de la policía local y estatal diciendo que los Protectores del Agua estaban invadiendo.

Han arrestado a cientos de personas y causado lesiones graves a los que se han resistido, incluyendo mujeres y niños. Está presente la guardia nacional, que ha instalado puntos de control en las carreteras públicas, y de manera reiterada usan tanques, armas químicas de gas lacrimógeno, granadas de contusión, chorros de agua helada arrojada a presión sobre la gente que está en la resistencia a temperaturas bajo cero, Obama dijo que “dejará que las cosas sigan su curso”. Todos vamos a tener que acostumbrarnos a que la policía ejerza su poder, sin tomar en cuenta la ley, vamos a tener que seguir sacrificándonos hasta que Obama, o quien sea el Presidente, considere que ya es suficiente.

Y mientras el Ejército ya ha dicho que no emitirá el permiso hasta que hagan el Estudio de Impacto Ambiental, tampoco negó la construcción del oleoducto. Los monopolios involucrados que incluyen a Enbridge de Canadá, están respaldados por miles de millones en líneas de crédito de los principales organismos financieros, y ellos han dicho que el gasoducto sí se va a terminar de construir. Estos monopolios pueden intentar seguir adelante con la construcción y simplemente pagar las multas que ello implique, y usted puede estar seguro de que ellos no van a tener que hacer frente a los ataques armados por parte del Estado. El poder de la policía es el de proteger y preservar el Estado, y no toman en cuenta, ni tienen ninguna respeto por los intereses de la población. Es por eso que muchos de los Protectores del Agua, han permanecido en resistencia y se están organizando para permanecer también durante el invierno, con el fin de proteger los intereses del pueblo.

Esta lucha es también un ejemplo actual de resistencia. Los pueblos indígenas están involucrados, en donde se incluyen principalmente los Sioux, pero también hay cientos de otras tribus, junto con muchas otras personas de todo el país, han rechazado los términos de la policía, que les asigna la categoría de manifestantes. Para la policía, un manifestante es una cosa a la que se le dice en dónde puede protestar, en dónde no puede, por cuánto tiempo, etc. En las convenciones demócratas y republicanas que se realizaron durante el verano, se le dijo a la gente que no podían portar mochilas o usar máscaras de gas, varillas de metal, o cadenas, etc. Es decir, estábamos siendo regulados como cosas, no como personas con derechos.

En Standing Rock la gente ha tomado su lugar como un reflejo de su propia humanidad. Son Protectores del Agua, el agua de millones de seres. Son pro-activos organizándose para manifestarse en donde sea necesario y de muy diversas maneras. Se están organizando para ser autosuficientes y han invitado a muchos más en todo el país para que se unan a ellos. Han desarrollado sus propios medios de comunicación y están organizados para unirse a través de movilizaciones con personas de todo el país, todos ellos se mantienen firmes por sus justas demandas por la defensa de su soberanía, por la No construcción de la tubería del oleoducto y por la defensa de los derechos de Madre Tierra. Han estado y están actuando en su lucha para detener la capacidad de los oligopolios de privar al pueblo de lo que por derecho les pertenece.

Recientemente, vinieron miles de veteranos para unirse a la resistencia en Standing Rock y para defenderse de la amenaza hecha por el Estado, de desalojar los campos. Esta disposición que han tenido los veteranos para unirse a la causa y ponerse en contra del gobierno, fue algo que sin duda, alguna asustó a los gobernantes. Necesitan que sus soldados activos e inactivos, sean obedientes, sean soldados sometidos y no que sean parte de la resistencia organizada. El haber inspirado tal apoyo es un gran mérito de los pueblos indígenas y de su lucha valerosa por su derecho a existir y a ser Protectores de la tierra y de sus derechos. El nivel general de conciencia que se está desarrollando en contra del Estado y de la imposición de su poder policial, es una contribución importante de todos los que están en la resistencia.

El Gobierno impone su poder policial mientras mantiene la forma Gobierno Constitucional

La lucha en Standing Rock es también un reflejo del esfuerzo que hacen el gobierno imperialista de Estados Unidos por imponer y consolidar un gobierno con poder policial, mientras que al mismo tiempo, mantienen la forma de gobierno constitucional. Hace un esfuerzo por no declarar la ley marcial, o tener un gobierno abiertamente militar. El mismo Trump es un civil sin antecedentes ni experiencia militar. Como ejecutivo, él tiene la responsabilidad para preservar la Unión, mientras rompe los límites de la propia Constitución. Esta responsabilidad se da en la Constitución de Estados Unidos, donde el juramento para el Presidente consta de dos partes. Uno es, dar lo mejor de sí para preservar y proteger la Constitución. Pero el otro es ejecutar la oficina de la Presidencia. La ejecución de la oficina implica el uso de los poderes policiales, para proteger al Estado contra la Constitución.

Hoy los gobernantes se enfrentan a una situación en la que los grilletes de la Constitución, así como el Congreso que sostiene las cuerdas de la Bolsa, como los Convenios de Ley de la Tierra, como los Tratados de la Declaración de Derechos, necesitan ser eliminados. La manera en que los gobernantes pretenden hacer esto, es exigir que todos se sometan a su versión de la Constitución, y cualquier poder de emergencia que puedan dictar en nombre de la seguridad nacional. Dichos poderes son el Presidente al ejecutar los deberes de cargo. Los gobernantes quieren mantener la forma Constitucional, mientras que al mismo tiempo rompen los límites de la propia Constitución.

Un ejemplo reciente, es la orden de Obama en la que autoriza a las Fuerzas Especiales de Estados Unidos a llevar a cabo asesinatos, invasiones, torturas y otras Operaciones Negras (Black Ops) en cualquier parte del mundo y en contra de cualquier persona que el gobierno considere una “amenaza”. Esto comprende el interior de Estados Unidos, incluye ciudadanos estadounidenses, ya que han quedado claros los ataques de los drones de Obama. Estos Black Ops u Operaciones Negras, son conocidos por ser completamente ilegales, arbitrarios y llevados a cabo sin el debido proceso. Las personas a matar se ponen en una lista a discreción del Presidente, poniendo otra vez a la gente bajo la categoría policial de “amenaza”, sin tomar en cuenta la ley. Ya se han realizado diversas clases de operaciones en por lo menos 147 países. Esta orden abre el espacio para los que estén en cualquier lugar y en todas partes.

Básicamente, Obama declaró que el mundo entero está abierto para ser atacado por las Fuerzas Especiales y que las Black Ops, Operaciones Negras, son la nueva normalidad. También ha simplificado de manera significativa, la cadena de mando, al eliminar a los Comandantes regionales y creando, básicamente, un vínculo directo entre el Presidente y el General a cargo del Comando Conjunto de Operaciones Especiales (JSOC). La orden también habla de las relaciones directas entre el JSOC y las fuerzas policiales y militares en el extranjero, como en Gran Bretaña, Alemania, Francia y Turquía, pasando por alto los canales habituales del gobierno y creando estos lazos directos entre las fuerzas militares. Esta simplificación, que además de concentrar el poder en manos del Presidente e imponer el mando de las fuerzas de Estados Unidos en el extranjero, sin duda alguna, se ampliará bajo el mandato de Trump.

Necesidad de un gobierno antiguerra

Recientemente han hecho mucha propaganda al hecho de que Trump nombró a tres generales en su gabinete y que de alguna manera, esto cambia la antigua costumbre de poner civiles a la cabeza del pentágono, por ejemplo. Esto lo presentan como un asunto Constitucional, cuando no lo es. Ha habido presidentes que fueron Generales como George Washington y Eisenhower. Ha habido fuerzas militares dentro del Gabinete, como Colin Powell. La cuestión no son las personas a quienes se les asigna un nombramiento, sino más bien que hay una enorme burocracia militar que sigue siendo esencialmente la misma de Presidente a Presidente. Esta burocracia, tiene grandes conflictos y contiendas dentro de sus propias filas, como se pudo ver durante la campaña, y tiene que mantenerse unida como parte de la preservación de la Unión. Los nombramientos se hicieron en relación a este esfuerzo.

Así, las dos cuestiones clave para el análisis, no es si son Generales o civiles, sino el hecho de que se está imponiendo sin ninguna restricción, a un gobierno de poderes policiales y estos individuos son los instrumentos para aplicar esta imposición. Toda discusión que se haga sobre el tema de generales contra civiles, oculta esta realidad. Además, se desvía del hecho de que durante la campaña no se discutió en absoluto el tema de la guerra, ni la necesidad de terminar con todas las acciones agresivas de Estados Unidos y traer de regreso a todas las tropas estadounidenses. En torno a esta cuestión, sólo hay silencio.

Le corresponde a las fuerzas que están organizadas, como nosotros lo estamos, el llevar a la palestra el tema de las guerras de Estados Unidos, plantear la necesidad de organizar la alternativa de un gobierno antiguerra, y esto es lo que haremos como acciones iniciales. Y así como un gobierno de poderes policiales no es simplemente el que tiene acciones como policía, un gobierno antiguerra no es simplemente el que se opone a una guerra en particular, como las de Irán y Afganistán. Un gobierno antiguerra, es más bien un gobierno que se opone a tener una economía de guerra permanente y un gobierno al servicio de la guerra. ¿Cómo hacer que la mayoría aborde el problema y haga suya la postura contra la guerra? ¿Cuáles son las formas sociales y proceso electoral que se necesita para ir en esta dirección? ¿Cuáles serían las características de una nueva Constitución en la que el gobierno se constituya sobre una base contra la guerra? Estos son los temas que se están abordando en nuestro programa por un gobierno antiguerra.

Los gobernantes de Estados Unidos se enfrentan a una situación en la que el poder económico arrollador que antes tenían, hoy está en declive, y en donde su poderío militar por sí solo no es suficiente para mantener y extender su imperio mundial. Deben lidiar por igual con aliados y con rivales y contra todos aquellos que resisten. Esto sólo pueden hacerlo amenazando y aumentando continuamente las rivalidades, incluida la posibilidad de usar armas nucleares, lo que trae consigo más violencia y más represión, tal y como ya está ocurriendo en el país y en el extranjero. Estados Unidos insiste sobre tal imperio mundial y se prepara cada día para arriesgarse a una guerra civil y una guerra mundial, y potencialmente arrastran con ellos al mundo entero. En estas condiciones, en las que se enfrentan a la decadencia, no tienen soluciones y no son capaces de sostener un proceso político que le dé legitimidad a su gobierno; para ellos un gobierno con poderes policiales es una necesidad, pero es muy peligroso para los pueblos.

También es el caso que en las condiciones actuales, los gobernantes ya no tienen la capacidad de predecir el resultado de muchas de sus acciones. Esto fue muy evidente en la guerra en Irak, donde se anunció que el trabajo ya estaba hecho y sin embargo, hoy en día continúan los crímenes de guerra de Estados Unidos. No pueden predecir resultados, por ejemplo, sobre las alusiones que se han hecho de una posible destitución de Trump. Hay demasiadas fuerzas contendientes, tanto a niveles estatales como federales, en donde cada adversario tiene fuerzas armadas que lo respaldan. Ya, por ejemplo, en California están desafiando abiertamente a Trump en los asuntos de inmigración y en esto se incluyen el Jefe de la Asamblea y del Senado, los jefes de la policía, así como los Alcaldes de Los Ángeles y de San Francisco. Lo mismo está ocurriendo en Chicago, Nueva York, Filadelfia, Boston y otros lugares. La impugnación podría desencadenar una grave ruptura en Estados Unidos a lo largo de líneas estatales y/o regionales. Lo mismo podría decirse de una posible eliminación del Colegio Electoral, que es el mecanismo con el que se mantiene la Unión, al igual que la propia certificación de la elección del Congreso. Eliminar estos mecanismos, podría también desencadenar una grave ruptura. Y para aquellos que piensan que todo esto es difícil siquiera de imaginar, estaría bien que sólo recuerden la rápida desintegración de la Unión Soviética. Y que hay Estados tan grandes como California, por ejemplo, que tienen economías lo suficientemente grandes como para convertirse fácilmente en sus propios países. Hay muchos otros ejemplos donde los escenarios y los resultados de una guerra civil, no pueden predecirse.

De la misma manera, mientras que Estados Unidos amenaza con el uso de sus armas nucleares, tampoco puede predecirse el resultado de tal uso, tanto en términos de su potencial para una guerra mundial, como para una guerra civil. Los gobernantes esperan que un gobierno de poderes policiales les ayudará a salir de sus crisis, la crisis de todo su sistema.

Sin embargo, para los intereses de la humanidad, enfrentar y resolver esta situación de una forma que favorezca a la propia humanidad, sólo podría darse sobre la base de una lucha organizada en la que el pueblo defienda sus derechos, incluido su derecho a decidir y a gobernar.

El conflicto de intereses clave es de los gobernantes contra la clase obrera

Otra cosa muy importante que se ha difundido, es que Trump, con todos sus intereses comerciales, tiene un gran número de problemas y “conflicto de intereses” que los presidentes anteriores. Hay dos cosas que quedan ocultas en esta discusión: una es que el Conflicto de intereses que debe ser abordado es el conflicto que existe entre los gobernantes imperialistas, con su estado que protege y preserva los oligopolios y la clase obrera. Son los intereses de los gobernantes frente a los intereses de la clase obrera, lo que va a impulsar a la sociedad y a toda la humanidad en este momento. En lugar de centrar nuestra atención en identificar estos intereses de la clase obrera y buscar el cómo defenderlos y promoverlos, debemos reaccionar continuamente a todo lo que Trump dice y hace, así como examinar su participación en sus múltiples negocios.

El problema a resolver es que la voz de la clase obrera ha sido bloqueada y silenciada. El problema que se debe abordar es el cómo desarrollar y cómo fortalecer nuestras propias instituciones de manera independiente para la prensa, para la investigación, para la discusión política, para desarrollar nuestro propio material de pensamiento que sirva para defender los intereses de la clase obrera y para construir nuestras propias instituciones. No es nuestro trabajo estar a un lado de una facción de gobernantes o en otro punto de sus conflictos a resolver que deba emerger como el más poderoso. La clase obrera tiene el deber de dirigir la lucha por una democracia de nuestra propia creación y que sirva a los intereses de la clase obrera y del pueblo.

El camino a seguir es difundir los intereses de la clase obrera para eliminar la esclavitud asalariada y toda clase de esclavitud, organizando y luchando para negarse a ser esclavos y para defender los derechos en todos los frentes. Hablar sobre el “conflicto de intereses” de Trump es una manera de desviarse de esta tarea vital. Sirve para ocultar las relaciones sociales reales y para bloquear a los trabajadores al organizarse para la defensa de sus intereses, con su propio programa. Estas relaciones sociales han producido poder y riqueza masiva, sin embargo, han bloqueado a la gente así como la garantía de los derechos de todos, tanto en el país como en el extranjero. La economía de Estados Unidos, por ejemplo, ha duplicado su tamaño desde 1970, pero más de la mitad de las familias no ha visto que se duplique su salario desde entonces, mientras que la riqueza de los oligopolios sí se ha duplicado y la desigualdad ha aumentado considerablemente. Tales cosas no están incluidas en los interesas de la clase obrera, pero el debate sobre Trump no contribuye en nada para ayudar en la búsqueda de soluciones a estos problemas.

Le corresponde a la clase obrera liderar la lucha por lo nuevo, por las relaciones sociales modernas, por una democracia moderna que le de facultades al pueblo para gobernar y para decidir, por las modernas definiciones que afirman los derechos en virtud de ser humanos. No podemos replicar y permanecer atascados en la vieja manera de realizar elecciones, en la vieja manera de ver los problemas. Necesitamos fortalecer nuestro propio pensamiento, nuestra propia discusión sobre nuestros intereses y cómo avanzar en ello. Necesitamos convocar y reunir a la gente para fortalecer su capacidad de rechazar lo viejo y comenzar a conceptualizar los convenios políticos modernos. Los trabajadores del acero aquí tienen la experiencia de sus reuniones de los jueves como un medio para activar la conciencia del factor humano, de la conciencia social y tomar posiciones políticas independientes. Esto eleva el nivel de discusión política y une a los trabajadores en pos de soluciones que les favorezcan a ellos y no a los ricos. Este es un logro importante que aplaudimos y pensamos que debería ser replicado. Necesitamos más formas de involucrar a los trabajadores y a los jóvenes en el avance de su propia causa de empoderamiento.

En Estados Unidos, ya hay decenas de miles de jóvenes que están en pie de lucha en contra de esta dirección brutal, proclamando que ¡Trump no es nuestro Presidente! ¡Sí Democracia, No Oligarquía! Ellos no serán silenciados, no callarán. Entre ellos se reconocen y como es sabido también entre los Protectores del Agua de Standing Rock, este es proceso político que no es aceptado.

Estamos interviniendo de manera proactiva, para avanzar en la lucha por un proceso político que le dé poder al pueblo, que derive en la existencia de un gobierno en contra de la guerra, un gobierno antiesclavista, un gobierno que sirva a los intereses de la clase obrera y del pueblo, tanto de la gente del país como los que están en el extranjero. Ya hoy estamos dando pasos en esa dirección, ya nos estamos organizando para elevar la discusión política, para centrarnos en la defensa de los intereses de millones y millones de trabajadores, para involucrar en esta lucha a más jóvenes y más trabajadores, para insistir en que es necesaria una democracia de nuestra propia creación y no de los gobernantes. Esta lucha es una necesidad del presente y es la clase de los trabajadores, la única que puede llevar adelante esta batalla.

Muchas gracias por invitarme para explicar nuestras opiniones.

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