Los cambios en los códigos fiscales no van a cambiar la dirección de la economía
Los senadores John Mc Cain y Barack Obama, ambos considerados los abanderados de sus partidos para la elección presidencial, comenzaron sus campañas hablando de la economía. Obama en su discurso en Raleigh, North Carolina, tituló su platica “Cambio en tu favor.” McCain, hablando en Virginia, se dirigió a la Cumbre Nacional de Pequeños Empresarios. Ambos candidatos se enfocaron al tipo de cambio necesario para la economía. Como dijo McCain “No importa quien de los dos gane en Noviembre, va a haber un cambio en Washington. El problema es que tipo de cambio” Ambos respondieron en esencia, que no habrá cambio en la dirección de la economía, sino algunas modificaciones al código fiscal, modificaciones en las que cada uno tiene sus propuestas particulares.
La gran mayoría de la clase obrera y el pueblo piensan que el país se dirige en la dirección errónea y como ejemplo ponen la economía y las guerras contra Irak y Afganistán. Unos pocos dólares más o menos en reembolso de impuestos no van a resolver éste problema.
Lo que se requiere es un cambio en la dirección de la economía, para que sirva a los intereses de la clase obrera y el pueblo y no a los estrechos intereses mezquinos de un puñado de monopolios gigantes. En vez de esto Obama y Mc Cain ofrecen el mismo objetivo centrado en hacer competitivos a los monopolios en los mercados globales.— el mismo objetivo que provocó las guerras actuales y la crisis que vivimos.
Obama lo dice de éste modo: “Mi visión incluye al mismo tiempo un plan de corto plazo para ayudar a las familias de los trabajadores que luchan por sobrevivir y una agenda de largo plazo para hacer a América competitiva en la economía global.” McCain dijo “Se necesitan reformas serias para hacer competitivas las compañías americanas en los mercados internacionales. Yo he propuesto una reducción en los impuestos que pagan las corporaciones…” Los trabajadores no están interesados en competir con sus compañeros trabajadores, al interior del país, ni a nivel internacional. De hecho su slogan es Todos para uno y uno para todos y está en oposición directa a ésta contienda. Su postura es la de lograr la unidad de acción de todos con relaciones comerciales de mutuo respeto y beneficio común. El afán de “Hacer América” competitiva, es el afán de los grandes monopolios, es el afán de construir el Imperio de EUA. El mantener éste objetivo de la economía solo sirve para intensificar los conflictos existentes, no para eliminarlos.
Obama trata de aparecer preocupado por las condiciones que enfrentan los trabajadores. Describe las perdidas masivas de empleos, y el creciente desempleo, el precio del petróleo y los altos costos de alimentos, escuela y salud que han roto record, mientras que el ingreso de las familias han caído. Menciona la decisión de General Motors de cerrar plantas, diciendo “Ve a Janesville, Wisconsin o Moraine, Ohio y habla con los trabajadores de General Motors quienes se enfrentan al cierre de las plantas en las que han trabajado toda su vida”. Pero él se rehúsa a hacer la pregunta: ¿Por qué se le permite a General Motors tomar esa decisión, devastando miles de vidas y clausurando una instalación sólida y productiva, que ha sido construida por los trabajadores a quienes les tomó “toda su vida” construir? O dicho de otra forma, ¿Es la economía de General Motors o nuestra economía?
Nosotros decimos que es nuestra economía socializada, construida por los trabajadores, con la riqueza producida por ellos y que les pertenece por derecho. Necesitamos relaciones sociales en las que la toma de decisiones y el gobierno refleje el hecho de que la riqueza es socialmente producida por la clase obrera. ¡Es nuestra economía, nuestra riqueza, nosotros decidimos, no General Motors! Es necesario que luchemos desde ésta perspectiva y en esa dirección ahora. Y es el deber y el reto de la clase obrera el retomar éste desafío.
Antes que nada, el gobierno tiene la responsabilidad de satisfacer los derechos del pueblo, de la sociedad. Ese es el rumbo que la gente necesita y quiere que lleve el gobierno. Pero en EUA, con su economía capitalista monopolista, el gobierno actúa para “ayudar a las compañías americanas a competir en los mercados internacionales.” Y eso lo hace de acuerdo a Mc Cain y Obama y a los demócratas y republicanos, principalmente a través del sistema de impuestos.
Los impuestos tienen que ver con el valor que ya ha sido producido y sirve generalmente para tomar más fondos de los trabajadores para pagárselo a los ricos. Cuando ambos Mc Cain y Obama hablan acerca de hacer “inversiones” esto es a lo que se refieren – darle a General Motors, por ejemplo, dólares públicos para producir carros que sean más “verdes”. Ellos no se enfocan a aumentar el salario mínimo a 15$ la hora y garantizar el sustento. Ellos se oponen a hablar acerca de cambiar la dirección de la economía para que la riqueza producida se organice para satisfacer las demandas de la clase obrera y el pueblo, ambos directamente a través de salarios y beneficios e indirectamente a través de programas sociales, como vivienda, educación y salud. Al desviar la atención de la necesidad de establecer relaciones socializadas para que estén en concordancia con la economía socializada, los políticos quieren que todos aceptemos por principio el status quo. Nosotros decimos ¡Demonios, No!
Obama y McCain han de pensar que los americanos somos bastante tontos. Todos hemos experimentado el llamado fondo de estímulo de $600. Todos sabemos que no cambió absolutamente nada en las condiciones de vida y trabajo. Aún así, una de las principales propuestas de Obama es una prorroga en el pago de impuestos “que le daría un respiro de $1000 al 95% de los trabajadores y sus familias.” La propuesta de Mc Cain es similar, buscando ahorrar “a más de 25 millones de familias de la clase media alrededor de $2000 en un año”. ¿Así es que nosotros supuestamente tenemos que debemos escoger entre las dos propuestas, ningúna de las cuales cambia las condiciones de vida y trabajo?
La respuesta a que tipo de cambio es el necesario, es un cambio que favorezca a la clase obrera y el pueblo, no a los monopolios. Esto requiere de cambiar la dirección de la economía, para que se garanticen los derechos de todos. Significa organizarnos para impedir que los monopolios destruyan la economía, no el darles los elementos para que lo hagan. Debemos comenzar por exigir que se acaben los despidos, el cierre de fábricas, los desalojos de viviendas, que se deje de pagar a los ricos y se incremente el financiamiento para los programas sociales. Este es el cambio de dirección que necesitamos.