Afina EUA intervención militar en México
A pesar de que legalmente no es posible implantar un programa de intervención militar en nuestro país, la escalada mediática proveniente desde el gobierno estadounidense en el sentido que “México es un Estado fallido”; que las acciones del gobierno federal contra el narcotráfico están mal implementadas y por lo tanto no dan resultados; y que el poder de los cárteles de la droga sobrepasa al gobierno mexicano, por lo que son un peligro para su seguridad nacional, obedecen a la tentación que tiene Estados Unidos de llevar a cabo en territorio mexicano acciones militares como el Plan Colombia. Este domingo una fuente militar norteamericana, que pidió no ser identificada, difundió que el presidente Barack Obama analiza “la manera de respaldar a México en el combate al narcotráfico mediante el uso de tecnología de inteligencia, vigilancia y reconocimiento de terreno”.
La visita a México del jefe del Estado Mayor conjunto estadounidense, almirante Michael Mullen, quien está a favor de aplicar otro plan como el que se montó en Colombia contra los narcotraficantes, cuya implementación en ese país sudamericano demostró que el problema de las drogas no se resuelve con la intervención militar, tuvo como antecedente dicha escalada mediática. Tras reunirse en nuestro país con los titulares de la Secretaría de Marina y de la Defensa, el almirante destacó que México podría emplear tácticas de guerra estadounidense contra el terrorismo en su combate a los cárteles del narcotráfico a lo largo de la frontera entre ambos países. Posteriormente, tras su regreso a Washington, Mullen se reunió con Obama, quien expresó su interés en las capacidades militares con que Estados Unidos cuenta y que podrían “ayudar” a las fuerzas mexicanas. Desde hace varios años, los mandos militares de Estados Unidos pretenden la integración subordinada del Ejército Mexicano, en el esquema del Comando Norte o del Plan Mérida.
El pasado viernes, Mike Mullen se reunió con el secretario de Marina, Mariano Francisco Saynez, a quien le reiteró la necesidad de sumar esfuerzos para combatir la delincuencia organizada mediante operativos conjuntos, intercambio de información de inteligencia y una labor coordinada para enfrentar escenarios violentos “en el actual contexto” que vive México. Ese militar estadounidense insistió en la necesidad de unificar criterios con las fuerzas armadas del continente, léase de EU, para hacer frente al narcotráfico por la vía marítima mediante el incremento de información de inteligencia y la aplicación de alta tecnología para contrarrestar la actividad de los cárteles, que logran filtrar el 70 por ciento de las drogas que llegan a su país a través del territorio y las aguas nacionales de México.
Mullen también se reunió con el secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, a quien reiteró su intención de estrechar lazos militares y de que las fuerzas armadas mexicanas se sumen a operaciones conjuntas, reciban material bélico moderno y eventualmente se sumen al Comando del Norte.
Soberanía nacional en riesgoLas intenciones de la visita del jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense ponen en serio peligro la soberanía nacional de México. Así lo han advertido también los partidos de oposición en el Congreso de la Unión.
La semana pasada, el secretario de la Comisión de la Defensa Nacional en la Cámara de Diputados, el perredista Alfonso Suárez del Real, pidió al pleno de los diputados que se exhorte a las comisiones de la Defensa Nacional y Gobernación dictaminar una iniciativa de reformas destinada a actualizar la Ley para Conservar la Neutralidad del país, en la cual se marcaría con claridad reglas en materia de fuerzas armadas extranjeras. Esta legislación data de 1939, fue decretada como instrumento jurídico frente al escenario de la Segunda Guerra Mundial y señala que submarinos, portaaviones y buques de guerra no podrán permanecer en puertos o aguas mexicanas cuando participen en un conflicto armado. Hay igual prohibición para las naves aéreas en los límites de la jurisdicción mexicana.
Dicha iniciativa que actualizaría las disposiciones en materia de operaciones de ejércitos extranjeros fue presentada desde el mes de junio del año pasado por los diputados perredistas Javier González Garza, Pablo Trejo, Cuauhtémoc Sandoval y Alfonso Suárez del Real, quienes rescataron un proyecto que en mayo de 2003 presentó la senadora Sara Castellanos Cortés.
También el presidente de la Comisión de Seguridad Pública en la Cámara de Diputados, Juan Francisco Rivera Bedoya, dijo en referencia a la visita de Mike Mullen que está totalmente descartado que militares de Estados Unidos ingresen a territorio mexicano para colaborar en la lucha contra el narcotráfico, pues es inconstitucional. Este legislador advirtió que la implementación de un Plan Colombia en México sería una traición al país. Sin embargo, señaló que existen colaboraciones de otro tipo en el combate al narcotráfico como las que hay entre las policías del país, la INTERPOL y el FBI.
Habrá que recordar que las declaraciones tanto de Mullen como de su homólogo colombiano se concentraron en un drástico juicio al gobierno de México. Esto aunado a las reacciones que se han levantado en contra de esa intentona de violar el territorio mexicano con inclusión militar extranjera lograron que, muy notoriamente, los dos guardaran en sus siguientes presentaciones un silencio que de tan profundo volvió a resultar ofensivo.