Rechazan las medidas del estado policiaco de atacar al público

G-20 y Buffalo

En una protesta reciente en Buffalo, Nueva York, oponiéndose a la visita del criminal de guerra Tony Blair a la Universidad de Buffalo, los manifestantes fueron forzados arbitrariamente dentro de lo que la policía llamó “Zona de Libre Expresión”, afuera de uno de los lados de la entrada de la Alumni Arena. Esto se realizó en una Universidad pública, en una banqueta pública, donde no había ocurrido ningún crimen o acto violento, ni había amenaza alguna de que algo de esto pudiese ocurrir. Los que protestan han sido “encerrados” como si fuesen criminales de guerra, como sí lo son Tony Blair, Karl Rove y Bill Clinton, pero ellos son bienvenidos y hasta les dan tribuna para promover sus crímenes. Esas acciones no son representativas del sentimiento público, que es decididamente antiguerra, y sirven para minar el derecho a la protesta. Tal como los manifestantes lo dejaron claro en la Convención Nacional Republicana, donde fueron atacados por la policía: Todo América es Zona de Libre Expresión.

En Pittsburgh, fue más amplio y evidente el ataque contra el público. Las plazas, parques públicos y banquetas fueron algunos de los espacios que señaló la policía como prohibida para que el público los usara para actividades públicas, como son las manifestaciones o simplemente ir camino a casa. Y esas medidas las tomaron sin causa alguna. No había ninguna amenaza a la seguridad pública. Por ejemplo, no hubo fuego u otro peligro de esa especie. De ninguna forma los manifestantes fueron una amenaza para escuela alguna y la policía no tenía ninguna evidencia de que se planeara alguna acción de ese tipo. De modo que se cerraron las escuelas y el centro con el pretexto que armó el gobierno de una supuesta “violencia potencial”. También fue el pretexto para justificar la exhibición pública de fuerza y violencia por parte de la policía contra los manifestantes y el público en general.

Maestros, alumnos y el público en general fueron amenazados en exceso por esas medidas arbitrarias que no solo cerraron las escuelas, sino que usaron los autobuses escolares para la actividad policíaca y que enfrentaron la violencia policíaca contra la juventud.

Lo que hicieron fue un ejercicio en vivo del estado policiaco, usando nuevas armas como los sonidos ensordecedores, y fue un ensayo para extender sus poderes para efectuar acciones, como el cerrar escuelas públicas y confiscar autobuses escolares y autobuses públicos para uso de la policía. Esas no fueron decisiones públicas, y los funcionarios públicos electos, no defendieron el interés público.

Y las fuerzas policíacas locales no tienen autoridad alguita para cerrar escuelas sin causa alguna. Al contrario los funcionarios locales se sometieron a las demandas de las agencias policíacas federales, como el servicio secreto, para imponer esas acciones, en nombre de “proteger” a los jefes de Estado del G-20. Y ellos realizan estas acciones precisamente cuando los mandatarios de EUA y de otras potencias imperialistas merecen recibir el rechazo y el coraje del publico a sus guerras y rescates a los ricos. En este contexto de rechazo creciente al sistema actual, que se ve claramente en muchas de las mantas oponiéndose al capitalismo, es cuando se emplean e intensifican las medidas del estado policiaco.

No había ninguna necesidad de esos cierres ni del despliegue policiaco, tan solo la de acostumbrar al publico al uso de esas medidas del estado policiaco. Esas acciones tienen como base la noción de que el gobierno federal es el “que sabe” que es lo que hay que hacer. Cualquiera de los que estuvo directamente involucrado, incluyendo los observadores y muchos periodistas, pudieron constatar que no había necesidad alguna de otras fuerzas policíacas fuera de las normales. De hecho las medidas tienes como fin reprimir la disidencia pública y más ampliamente atacar al público en general y su derecho a usar los espacios públicos, las escuelas y parques.

Estas acciones del estado policiaco representan un incremento en las medidas en contra de los manifestantes y también del público en general. Son parte del esfuerzo por imponerle a la gente a que se acostumbre a tales medidas arbitrarias del estado policiaco como medio de disminuir la resistencia. Sirven para crear una atmósfera para que cuando el gobierno federal decida imponer esas medidas de fuerza contra el pueblo y para usar los recursos públicos para reforzar la represión policiaca, lo vean como algo legitimo. Pero es todo lo contrario, son serios ataques contra el publico que deben ser rechazadas por todos.

Voz de la Revolución saluda a todos los jóvenes y manifestantes que se pusieron al frente de la oposición a esas medidas y llama a todos a la defensa del público para que defienda sus derechos y se involucre en las actividades públicas en espacios públicos.




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